🔥 El Itan de Ogun: El Herrero del Destino
En los tiempos antiguos, cuando el mundo era joven y los caminos aún estaban por trazarse, los Orixás descendieron al Àiyé —la tierra— para enseñar a la humanidad el arte de vivir en armonÃa con los elementos. Ogun, hijo de Oduduwa, llegó blandiendo su machete forjado en el fuego de Orun, el cielo.
Mientras los demás Orixás enseñaban danzas, cantos y medicina, Ogun se adentró en la espesura de los bosques y montañas. AllÃ, escuchó el llamado del metal dormido en las entrañas de la tierra. Con su sabidurÃa divina, construyó el primer yunque y dio forma a herramientas que permitieron al hombre labrar el suelo, cortar caminos y construir ciudades.
Pero no todos celebraban su don. En una aldea temerosa de su fuerza, lo consideraron peligroso. Ogun, herido por la incomprensión, se aisló entre los árboles sagrados. La tierra se volvió estéril. Sin herramientas ni caminos, las aldeas se enfrentaron al caos.
Entonces, una sacerdotisa de Oxum se adentró en el bosque, ofreciendo a Ogun una hoja de palma como sÃmbolo de reconciliación. La dulzura de Oxum tocó el corazón del guerrero. Ogun emergió, no como destructor, sino como protector. Con su machete, despejó los senderos y devolvió la civilización.
Desde entonces, se le honra cada vez que el hierro es moldeado y cuando los caminos deben abrirse, pues Ogun no solo domina la guerra… sino también el arte de hacer avanzar al mundo.
