Dedicado a los Orishas

Queridos Mayores, hermanos, hijos y fieles seguidores de los Orishas:


Hoy nos reunimos bajo la bendición de los Orishas, esas fuerzas divinas que guían nuestros caminos y nos ofrecen sabiduría, protección y fortaleza en cada paso que damos. A cada uno de ustedes, que se ha entregado al servicio de nuestros ancestros, les quiero decir que no están solos. Cada vez que enfrentamos un reto, una adversidad, o una prueba, nuestros Orishas caminan a nuestro lado, sosteniéndonos cuando nuestras fuerzas flaquean.

Recuerden siempre que Olodumare, nuestro creador, me ha dado el don de la vida y el propósito, y a través de los Orishas, nos muestra su luz y su guía. Los caminos que enfrentamos pueden ser duros, pero cada uno de nosotros tiene dentro de sí el poder de vencer cualquier obstáculo. Olodumare, con su infinita sabiduría, ha puesto en nuestras vidas a Orishas como Ogun, el guerrero incansable, para enseñarnos la importancia de la lucha; a Yemayá, madre del océano, para que nos recuerde que siempre podemos encontrar consuelo en su abrazo; y a Orunmila, quien, con su infinita sabiduría, nos muestra la importancia de escuchar y aprender antes de actuar.

A ustedes, Mayores, quienes con sus años de devoción han transmitido estas enseñanzas, les agradecemos por su paciencia y por nunca dejar de mostrarnos el camino correcto. Sepan que cada palabra que nos han impartido resuena en el corazón de sus hijos y seguidores. Son ustedes las raíces fuertes que sostienen este árbol sagrado, y su ejemplo nos motiva a seguir adelante, a pesar de las dificultades.

A mis hermanos y hermanas, que juntos caminamos este sendero sagrado, quiero recordarles que la unión en la fe es nuestra mayor fortaleza. Cuando uno cae, los otros deben alzarlo, porque así como los Orishas se entrelazan para formar la creación, nosotros también debemos apoyarnos mutuamente. La energía de Shango nos recuerda la importancia del coraje y la justicia; Oya nos enseña que el cambio es necesario para el crecimiento. No debemos temer a lo desconocido, porque cada transformación trae consigo nuevas oportunidades.

A mis hijos, quienes apenas comienzan este viaje espiritual, no se desanimen ante los primeros desafíos. Nuestros Orishas han pasado por pruebas, han superado tormentas y batallas, y al igual que ellos, ustedes también lo harán. Confíen en Olodumare, que me ha bendecido con la capacidad de guiarles a través de los Orishas, y sigan su camino con fe y dedicación. Cada día, con cada oración y cada ofrenda, están fortaleciendo ese vínculo sagrado que les protegerá siempre.

Queridos seguidores de los Orishas, nunca olviden que la fe no es una carga, sino un don. No es un deber, sino un privilegio. Y aunque el camino espiritual pueda ser difícil, es uno lleno de bendiciones, porque sabemos que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. Nos levantamos cada día con la certeza de que los Orishas nos guían, y con esa fe inquebrantable, no hay meta que no podamos alcanzar, no hay montaña que no podamos escalar.

Siéntanse bendecidos, siéntanse llenos de luz. Porque en cada rincón de este mundo, los Orishas nos están mirando, esperando nuestra llamada, listos para darnos su fuerza, su sabiduría y su amor. Y así como ellos están para nosotros, nosotros también debemos estar para nuestros hermanos y hermanas, siendo siempre fuente de inspiración, guía y apoyo.

Que Olodumare, a través de los Orishas, nos siga iluminando el camino y nos mantenga unidos en la fe, en la esperanza y en el amor.

Ashé, ashé, ashé.